viernes, 19 de febrero de 2010

Relato corto


Relato Corto


Hubo una vez un lobo rico y abaro. Nunca regaló ninguna moneda a sus amigos. Pero cuando se convirtió en viejo, empezó a pensar en su vida sentado en el porche de su casa. Su vecino, el burro, le dijo que si le podía dejar cuatro medidas de trigo. El lobo le dijo que le daba ocho si prometía velar tras tres noches de entierro.

Al cabo de unos días, el lobo rico y abaro, murió. El burro cumplió con su promesa y fue a velar al lobo. En la última noche, se le unió el pato al que no tenía ningún hogar. Pasó un rato y pasó una gran ráfaga de aire y pareció el aguilucho y les dijo que si les dejaba apoderarse del lobo fallecido, les iba a dar una bolsa repleta de oro. El pato, le dijo que le sería suficiente con llenar una de sus botas. El pato, era muy astuto. El aguilucho, se marchó a por el oro. El aguilucho empezó a llenar la bota, que no tenía que no tenía suela y estaba encima de una fosa vacía. Entonces el aguilucho había vaciado cien bolsas pero la bota no se llenaba. El aguilucho se mareó y se estrelló. El borrico y el pato decidieron repartir todo el oro por toda la ciudad. Sobre todo a los pobres que algún día se lo agradecerán.

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